domingo, 24 de febrero de 2013

La música que escuchan mis odios, es un simple suplido de mi desesperación, siento la calor de la arena y mi cuerpo desnudo suda de una manera des controlable mi mirada se pierde asía el horizonte   y veo que se acerca un hombre y noto que su mirada esta perdida como si estuviera buscando ayuda,  se dirige hacia mi y desliza su mano hacia mi cara y me mira fijamente como si me dijera las palabras con sus ojos de color negros apagados por la soledad y la tristeza y es en ese preciso instante en que me doy cuenta que ya es hora de entregarme y me dejo llevar por mis impulsos y deseos  que han estado guardados bajo llave, me levanta de la arena y me aprieta de una forma delicada, me besa suavemente y me susurra al oído que me ah deseado desde el primer día en que me vio  en la cafetería cuando leía mi libro preferido, nuestras miradas se cruzaron y nos enamoramos al instante , este  día de playa era el día planeado, era el día para entregarnos a lo placentero. siento su mano recorrer por mi espalda y con un solo movimiento se desliza hacia mi y me penetra de una forma suave y a la vez desesperada el tiempo en ese instante se detiene y pareciese nunca acabar mis lagrimas de felicidad se sienten y me las seca con un cálido de beso y al momento de acabar desaparece de mi cuerpo desnudo y una pequeña gota de color rojo se desliza sobre mis piernas y los dos la miramos como si no supiéramos  lo que estábamos viendo y me abraza nuevamente y me da las gracias por  verme entregado solamente a el y a nadie mas.

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